jueves, 6 de abril de 2023

Guía de la Semana Santa de Córdoba 2023: Jueves Santo y Madrugá

Llegan los días del Triduo Sacro y con ellos los días grandes en la Semana Santa. Hoy 6 Hdades más 1 en la Madrugá saldrán a las calles de la ciudad a dar testimonio de Fe y hacer Estación de Penitencia ante el Santísimo en la Catedral. 

Hermandad del Nazareno


Nombre Completo: Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima Nazarena y San Bartolomé.

Reseña Histórica: La tradición inmemorial de Córdoba remonta a tiempos de Fernando III la fundación del gremio de pañeros y su hospitalito en la que fue calle Carchenilla, hoy de Jesús Nazareno. Lo históricamente innegable es la existencia en dicho lugar de la vieja collación de San Lorenzo del hospital de San Bartolomé, establecimiento asistencial con seis camas para pobres enfermos que ya se documenta en 1490. El pequeño hospital y su ermita anexa son propiedad de una antigua hermandad que en 1579 se convierte en cofradía de penitencia, sin perder por ello su primitivo carisma asistencial, garantizado en los nuevos estatutos al preceptuar el mantenimiento del viejo hospitalito. Frutos, entre otros, de ese carisma, la creación en 1629 de un refugio de pobres, por el que los hermanos se comprometían a conducir personalmente a los menesterosos callejeros a los establecimientos asistenciales adecuados, o el socorro a los necesitados en la dramática carestía de 1737 y 1738. Sin duda, el hito más trascendental de la vertiente asistencial de la Casa de Jesús Nazareno fue el ingreso en la cofradía, el 11 de febrero de 1673, del beato padre Cristóbal de Santa Catalina, fundador de la congregación hospitalaria que mantiene y extiende más allá de nuestras fronteras su espíritu de servicio a la pública utilidad. Con las hijas del padre Cristóbal sigue colaborando la cofradía, fiel a sus orígenes asistenciales.En el histórico 21 de marzo de 1579, el obispo fray Martín de Córdoba y Mendoza aprobaba la Regla de los cofrades de Jesús Nazareno y del glorioso apóstol san Bartolomé, documento fundacional de la primera cofradía que instauraba en tierras cordobesas las nuevas formas penitenciales de las primeras horas del Viernes Santo, descritas en el capítulo VII de las citadas reglas.  Tanta riqueza cultual precisaba el apoyo en una larga serie de realizaciones plásticas, buena parte de las cuales pueden ser calificadas como auténticas obras de arte. La más antigua, y sin duda la más valiosa, sobre todo desde la perspectiva devocional, es la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que estudiamos en su correspondiente apartado. El siglo XVII fue rico en realizaciones artísticas. Magnífica la colección pictórica, con obras como los dos frescos de la Invención de la Cruz por Santa Elena y del Buen Ladrón, obras atribuidas a Antonio del Castillo, autor del magistral lienzo de la Coronación de la Virgen, donado, firmado y fechado en 1651. En lo tocante a la imaginería, entre 1626 y 1628 se documenta el pago a los escultores que tallaron la nueva efigie de san Juan y las ya citadas de la Magdalena y la Verónica. Necesitadas las santas de una urgente restauración, destaca sin duda el hermoso san Juan adolescente. Ya en la década de los ochenta, es donada la primorosa imagen de la Virgen del Pilar, tan cercana a la estética de Pedro de Mena, y que pronto alcanzará gran protagonismo devocional con la institución de su novena anual. Poco después, en 1697 venía desde Granada la efigie de la Soledad que desde el siguiente año cerraría el cortejo procesional del Viernes Santo. Su impactante patetismo la relaciona con obras documentadas del gran José de Mora, como el bellísimo Cristo albayzinero de la Misericordia o el pequeño san Bruno de la Cartuja granadina. Don Gome, señor de Villaseca, fue el donante de la Dolorosa y de todo su ajuar procesional, incluidas las andas con palio de seis varales de madera dorada sostenidos por ángeles. La antigua Virgen de los Dolores o de la Soledad fue donada al hospital, y de su desaparecida enfermería alta pasó, hacia 1977, a la parroquia de Guadalcázar, de donde sale procesionalmente la tarde de cada Viernes Santo. El siglo XVII concluía con la espléndida donación de las nuevas andas de plata de Nuestro Padre Jesús, obra de Alonso Pérez de Tapia, parte de cuyas piezas se conservan en nuevas realizaciones como la actual cruz de guía o la peana de altar de la Nazarena. Más donaciones de objetos de plata jalonan el siglo XVIII. Destacan la gran lámpara y los seis blandones de altar y, más adelante, los dos atriles y, sobre todo, las magníficas andas de la Virgen de la Soledad, datadas en 1780 y en nuestros días trono permanente del Señor de los señores. Son obra de Cristóbal Sánchez Soto, también autor, quince años después, del esplendoroso conjunto de sagrario y manifestador para el monumento del Jueves Santo, hoy usados como sagrarios independientes. De los primeros años del setecientos son los dos retablos de madera dorada y traza atribuida a Teodosio Sánchez de Rueda, uno para la nueva imagen de san Bartolomé y el otro ocupado posteriormente por la Virgen del Pilar. De fines de siglo, y obra del tallista Antonio del Hoyo, el retablo mayor, ampliado y reformado por Andrés Valverde en los años sesenta del pasado siglo, por encargo de la superiora general, madre Teresa del Niño Jesús. Obras dieciochescas son también las espléndidas vestiduras procesionales del Señor y de la Virgen, y los exquisitos manto y túnica de la imagen de san Juan. Fue la Córdoba decimonónica escenario del progresivo desgaste de las cofradías penitenciales, que desembocó en la callada por respuesta al desafortunado reglamento del obispo Trevilla, que en 1820 reducía a la procesión oficial del Santo Entierro todas las manifestaciones procesionales de la Semana Santa. Será el poder civil, encarnado en las autoridades municipales, quien impulse, a partir de 1849, la recuperación de la Semana Santa cordobesa, en principio ajustándose a lo prescrito en el citado reglamento episcopal, pronto contravenido en distintos aspectos, especialmente en lo referido a los pasos integrantes de la procesión. Así, en 1850 la cofradía del Nazareno, que desde el primer momento se prestó a concurrir a la procesión oficial con la sagrada imagen de Jesús, procesiona también a la Virgen de la Soledad en el camino de ida y vuelta a la Compañía, curiosamente seguida por el tradicional palio de respeto, expresamente prohibido por el reglamento episcopal.  Dos veces renacía la vida cofrade en la Casa de Jesús en el siglo XX, ambas coincidiendo con etapas de revitalización cofradiera en la ciudad. La segunda, que daba sus primeros pasos en 1971, llega, afortunadamente, a nuestros días. La primera logró devolver al Nazareno a la pública veneración de su ciudad a raíz de la fundación en 1938 de la Ilustre, Fervorosa y Piadosa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora de la Amargura y San Juan Evangelista, llamada Cofradía del Silencio, fijándose como objetivo primordial el acompañamiento en la noche de cada Jueves Santo de sus imágenes titulares, revestidos los hermanos con negra túnica de cola ceñida con cinturón de esparto, según los cánones de las cofradías sevillanas de silencio, ajenos a los tradicionales de la antigua cofradía cordobesa. Lograron procesionar al Señor el Jueves Santo de 1938, tras la hermandad de Jesús Caído, saliendo desde San Lorenzo, y el Viernes Santo del siguiente año, desde el propio hospital. Tras tres décadas largas de inactividad, era recuperada la vida cofrade, oficialmente reconocida cercana ya la Semana Santa de 1972, cuando son aprobados los estatutos de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena. Conectan con el glorioso pasado los títulos y, sobre todo, la veneración a la divina imagen del Nazareno. Como gozosa novedad, la incorporación de la imagen mariana predilecta de la casa, ahora con la original advocación de Nazarena. Aún viva en el recuerdo de los mayores la anterior etapa cofrade, de ella se heredan la ausencia de música en la procesión y el negro del hábito nazareno, que ahora adopta las formas del usado por las religiosas; con leves variantes, su diseño es reproducido en las nuevas túnicas estrenadas en 2016. Y tras meses de trabajo entusiasta, el Nazareno vuelve a las calles de Córdoba el Martes Santo de 1972, y la Nazarena tres años más tarde. Entre las realizaciones materiales de aquellos años, la artística corona de la Virgen. Su autor, Alfonso Luque, lo era de casi toda la orfebrería del paso de María Santísima, completado en 1986 con el original palio, todo según diseño de Andrés Valverde Luján, a quien la cofradía debe su personal estética en esta última etapa. Destaca entre sus obras el nuevo paso de Jesús Nazareno, cuya magistral obra de talla fue estrenada en 1998. Años antes, en 1982, realizaba Andrés por encargo de las hermanas hospitalarias el actual retablo de María Nazarena, y poco después impulsaba, como hermano mayor, la obra de la nueva puerta de la iglesia, que permitió la salida de los actuales pasos por vez primera desde el templo el Martes Santo de 1984. Era el antepenúltimo Martes Santo para la cofradía, obligada a procesionar en los primeros días de la Semana Santa para permitir la celebración de los oficios en la iglesia. Obviado el inconveniente con la inauguración en 1980 de la capilla de las hermanas, poco después se iniciaba un arduo camino plagado de dificultades para recuperar la jornada procesional marcada por la tradición. Tradición con la que se reencuentra progresivamente la cofradía a lo largo de los años ochenta, cuando se recuperan el palio de respeto tras el Nazareno y el pendón de damasco blanco con las rojas cruces de Jerusalén, se eliminan las efímeras ruedas de los pasos, las de Jesús en 1980, las de la Virgen en 1983, y, sobre todo, cuando los hermanos de Jesús Nazareno nos encontrábamos, expectantes, con nuestra propia historia, recogida en la magistral monografía publicada en 1989, obra del académico Juan Aranda Doncel. Al año siguiente, el reencuentro con la tradición llegaba a su cima con la recuperación, en aquella histórica madrugada, de la estación penitencial catedralicia y la presencia tras el Nazareno de la imagen de san Juan, portada en elegantes parihuelas entonadas en el caoba y plata característico del cortejo. Circunstancias adversas supusieron sucesivas limitaciones en el mantenimiento de dicha tradición, que en lo posible era recogida en los estatutos de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima Nazarena y San Bartolomé. En la reforma estatuaria de 2014 se añadía como nuevo titular al Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina, para cuya reliquia, situada en el frontal del paso del Nazareno, ha realizado Emilio León espléndido relicario de plata, estrenado en 2016 en la actual jornada procesional de la cofradía, la tarde del Jueves Santo. Entre 1989 y 1991 cofradía y congregación viven intensamente unidas en torno al padre Cristóbal, que tres siglos antes se abrazaba definitivamente con el Nazareno la cálida noche del 24 de julio de 1690. En su memoria, las exposiciones conmemorativas, la inauguración del monumento en la plaza que lleva su nombre, o aquel memorable congreso internacional, Cristóbal de Santa Catalina y las cofradías de Jesús Nazareno, en todo la cofradía trabajando con entusiasmo codo con codo con las hermanas. Entre aquel entusiasmo renovado, avanzaba el retomado proceso de beatificación que culminaba el histórico 7 de abril de 2013, Domingo de la Divina Misericordia, cuando ante miles de personas, en solemne ceremonia celebrada por vez primera en nuestra Catedral, la Iglesia proclamaba beato al padre Cristóbal, descubriendo a la veneración su imagen, reproducción de la pintura original de Juan Manuel Ayala. Presidía, entronizado en su paso, Jesús Nazareno, el Señor del padre Cristóbal, y ante él las reliquias del beato, antes del regreso en triunfal procesión al nido devocional de la Casa de Jesús. 

Sede Canónica: Capilla de Jesús Nazareno

Pasos: 2 pasos, el primero Jesús con la Cruz a cuestas. Jesús Nazareno es obra anónima del siglo XVI. El segundo paso la Dolorosa bajo palio. La Nazarena también es obra anónima del siglo XVIII.

Hábito Nazareno: Túnica, cubrerostro negro.
 
Estrenos:  Cuatro faroles para el paso del Señor obra de Manuel Valverde Serrano.

Música: No llevan

Recorrido: Salida-Plaza Padre Cristóbal (17:20), Buen Suceso (17:30), Hnos. López Diéguez, San Andrés, San Pablo (18:00), Capitulares, Diario Córdoba (18:30), San Fernando (19:00), Ronda Isasa, Entrada C.O (19:30), Catedral (20:00), Salida C.O (20:40), Cardenal González (21:00), San Fernando (21:30), Diario Córdoba, Capitulares (22:00), San Pablo, Hnos. López Diéguez, Arroyo San Andrés (22:30), Yerbabuena, Entrada (23:00).

Lugares recomendados: San Fernando, San Andrés y la Entrada.

Datos de interés: La Hermandad da cultos en Noviembre a la Virgen de la Soledad, primitiva titular de la Hermandad. 


Hermandad de la Caridad


Nombre Completo: Real Hermandad y Cofradía del Señor de la Caridad.

Reseña Histórica: Fue fundada en el siglo XV en el Monasterio de San Pedro el Real (San Francisco) para asistir a los desvalidos y atender a los moribundos, siendo su actividad tan relevante que recibió numerosos privilegios a fin de potenciarla. A finales del siglo XV construye el Hospital de la Santa Caridad en la Plaza del Potro, al que se traslada. Entre los miembros ilustres de la Cofradía se cuentan a los Reyes Católicos, Juana I, Carlos I, Felipe II y destacados miembros de la nobleza como D. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. En el siglo XIX la Hermandad languidece hasta llegar a su extinción. En 1939 se refunda, haciendo estación de penitencia el Domingo de Ramos de 1940. De sus peculiaridades destaca el acompañamiento del Tercio de la Legión Gran Capitán de Melilla. 

Sede Canónica: Parroquia de San Francisco y San Eulogio

Pasos: 1 paso, Jesús Crucificado acompañado por la Virgen María a los pies de la Cruz. El Señor de la Caridad es obra anónima del siglo XVI. La Virgen es obra anónima del siglo XVII aunque atribuida a José de Mora. 

Hábito Nazareno: Túnica negra, con botonadura roja, cíngulo rojo  negro, cubrerrostro rojo y las capas negras con vueltas rojas. 

Estrenos: Restauración de las pértigas de los nazarenos que escoltan el Pendón de los Reyes Católicos realizada por Emilio León.

Música: Banda de CCYTT "Coronación de Espinas" de Córdoba

Recorrido: Salida-Compás de San Francisco (17:00), San Fernando, Diario de Córdoba (17:30), Rodríguez Marín, Plaza de la Corredera (18:00), Plaza del Socorro, Plaza de la Almagra, Escultor Juan de Mesa, Plaza de San Pedro, Don Rodrigo (18:30), Lineros, Plaza del Potro, Romero Barros (19:00), San Fernando, Cruz del Rastro, Ronda de Isasa (19:30), Entrada C.O (19:49), Catedral (20:30), Salida C.O ( 20:59), Cardenal González, San Fernando (21:30), Compás de San Francisco (22:00 ) y Entrada (22:15).

Lugares recomendados: Plaza de la Corredera y San Fernando.

Datos de interés: Todos los Viernes Santo el Señor de la Caridad realiza el Solemne Vía Crucis hasta la Catedral portado a hombros por los Legionarios. 

Hermandad del Caído


Nombre Completo: Pontificia, Real y Venerable Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad.

Reseña Histórica: El primer paso para la constitución de esta hermandad hay que fijarlo con anterioridad al año 1676 cuando el maestrescuela de la Santa Iglesia Catedral donó la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús Caído a los Carmelitas Descalzos del convento de San Cayetano, entonces denominado de San José. La donación de la imagen constituye el punto de partida del fomento de la devoción a Jesús Caído. El fervor despertado tiene un significativo refrendo en la capilla que se levanta en su honor a los pocos años, concretamente en 1676. A la imagen se la conoce con el título de Jesús Nazareno y será a partir de 1736 cuando se imponga la advocación de Jesús Caído. Desde comienzos del siglo XVIII la imagen luce en la cabeza una corona de espinas de plata costeada con las limosnas de los numerosos devotos. La creciente devoción a Jesús Caído culmina en los inicios del segundo tercio del siglo XVIII, momento en el que se plantea la necesiad de levantar una suntuosa capilla que destaca por sus dimensiones y profusa decoración y que se inicia en noviembre de 1732 y se concluye en 1736. La efigie de Jesús Caído ocupa un lugar destacado en el altar central, mientras que en los dos colaterales se situan la antigua talla de Nuestra Señora del Socorro y dos nuevas imágenes que se encarga, Nuestra Señora de los Dolors y San Juan Evangelista. Los cultos dedicados a Jesús Caído y a la Dolorosa constituyen un indicador del notorio fervor que despiertan ambas imágenes. La importancia de este fenómeno justifica y explica el nacimiento de una cofradía pasionista en 1765 que procesionará unos lustros después el Jueves Santo por nuestra ciudad. La fundación de la cofradía de Jesús Caído en 1765 marcará un hito importante en la devoción a esta imagen que procesionará, junto con Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, por primera vez el Jueves Santo de 1779. Esta salida procesional levanta una gran expectación. Se da la circunstancia de que tras una pertinaz sequía, apenas traspasaban el umbral de su templo, de regreso de la procesión, cayó una lluvia torrencial, lo que en opinión del vecindario se atribuía a un prodigio de la imagen titular de la cofradía. La incorporación a la Semana Santa cordobesa lleva consigo una indudable vitalidad de la cofradía que se mantendrá hasta los primeros años del siglo XIX. A partir de esa fecha se producirá una fase de postración que se agrava de manera paulatina hasta llegar a la disolución decretada en el año 1818. Esta crítica situación se agudiza dos años más tarde cuando quedan suprimidos los desfiles procesionales en nuestra ciudad por el edicto del obispo Trevilla. No será hasta 1851 cuando se reorganice la cofradía, lo que significa el resurgir de la devoción popular a Jesús Caído que vuelve a hacer estación de penitencia en ese mismo año y junto a Nuestra Señora del Mayor Dolor al año siguiente. Las dos imágenes de la cofradía participan en la procesión oficial hasta el año 1858, ya que el obispo Alburquerque toma la decisión de reducir el número de imágenes de la procesión oficial. La hermandad del Caído constituye uno de los ejes en torno a los que gira la semana Santa cordobesa durante las dos primeras décadas del siglo XX, siendo la única cofradía que hasta 1918 saca por sí misma una procesión al margen del desfile oficial del Viernes Santo en el que también participa con su imagen titular. Está documentada la presencia en estas procesiones del Jueves Santo de acompañamiento musical, siendo lo más frecuente una capilla vocal e instrumental, actuando en ocasiones una banda de música y en 1921, por primera vez, una banda de cornetas y tambores. En el año 1930 le es concedido a la hermandad el título de real y en el año 1931 el de pontificia. Los marqueses de la Mota de Trejo realizan proyectos que darán un mayor realce a la salida procesional de Jueves Santo. Así se realizarán los respiraderos de metal plateado que se encargan a la firma sevillana Sucesores de Manuel Seco. La influencia sevillana se patentiza en el hábito penitencial de la cofradía y en los cetros y bastones que llevan los cargos, si bien es en Málaga donde se adquieren las cuatro bocinas que aún hoy procesionan. La proclamación de la II República el 14 de abril de 1931 supone el fin del auge de la hermandad y el inicio de una crisis que también afecta al conjunto de las cofradías penitenciales y a la Semana Santa. Tras este paréntesis, la cofradía sale del aletargamiento en 1937 y empieza a cobrar un nuevo impulso. El 10 de diciembre de 1939 es nombrado hermano mayor el torero Manuel Rodríguez “Manolete”. Durante su mandato la cofradía adquiere nuevos bríos y recobra la pujanza en esta época se refuerza la relación de la cofradía con el mundo de los toreros perteneciendo a la hermandad el torero “Machaquito”, la esposa de “Guerrita” y varios subalternos, así como miembros de la cuadrilla de “Manolete”.Durante la etapa de gobierno de “Manolete” se pone en marcha el proyecto de un nuevo paso para Jesús Caído del que se encarga el tallista cordobés Rafael Valverde Toscano. En agosto de 1942 se aprueban unos nuevos estatutos. La potenciación que la cofradía experimenta entre los años 1948 y 1962 se traduce en un incremento en el número de hermanos. Las aportaciones económicas van a resultar decisivas para encarar los crecidos gastos que origina el proyecto estrella: el palio del paso de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad. La brillante trayectoria de la cofradía quedará truncada en el año 1962 cuando Rafael Gálvez del Cerro preside por segunda vez la Agrupación de Cofradías proponiendo al matador de toros “Parrita” como hermano mayor del Caído. La negativa de este a aceptar el cargo obliga a Gálvez del Cerro a continuar al frente de la cofradía que entra en una fase de crisis que se agrava hasta finales de la década de los setenta, a pesar de que en octubre de 1966 comienza la presidencia nominal del conocido locutor Matías Prats Cañete que reside en Madrid. La elección de Rafael Jaén Toscano en septiembre de 1979 supone una inyección de bríos juveniles que dan sus frutos con la formación de sendas cuadrillas de hermanos costaleros para llevar a los Titulares. Desde entonces hasta nuestros días la cofradía del Caído mantiene una gran vitalidad.

Sede Canónica: Iglesia Conventual de San Cayetano

Pasos: 2 pasos, el primero representa a Jesús Caído, bajo el peso de la Cruz. El Señor del Caído es obra anónima del siglo XVII. En el segundo paso la Dolorosa bajo palio. La Virgen de la Soledad es obra también anónima del siglo XVIII. 

Hábito Nazareno: Túnica morada y cubrerrostro negro de raso. 

Estrenos: Coronitas de plata para el paso del Señor cinceladas por Emilio León. 

Música: En el Cristo la Banda de CCTT "Caído Fuensanta" de Córdoba. En la Virgen la Banda de Música "María Santísima de la Esperanza" de Córdoba.

Recorrido: Salida-San Cayetano (17:10), Ollerías Plaza de la Lagunilla (17:30), Santa Marina, Santa Isabel (18:00), Enrique Redel, Hermanos López Diéguez, San Andrés, San Pablo (18:30), Diario Córdoba (19:00), San Fernando (19:30), Cruz del Rastro, Ronda de Isasa (20:00), Entrada C,O (20:16), Catedral (21:00), Salida C..O (21:26), Cardenal González (22:00), San Fernando (22:30), Diario de Córdoba (23:00), Capitulares, Alfaros (23:30), Conde de Priego (00:00), Santa Marina, Ollerías (00:30) y San Cayetano- Entrada (00:35).

Lugares recomendados: Plaza de Santa Marina tanto a la ida como a la vuelta, San Andrés y la Entrada.

Datos de interés: Esta Hdad. se conoce como las de los "Toreros" por la de reconocidos diestros que acompañan al Cristo detrás. 

Hermandad de la Sagrada Cena


Nombre Completo: Muy Mariana Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción, Santo Rosario y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena y María Santísima de la Esperanza del Valle.

Reseña Histórica: En el seno de la Tertulia Cofrade “El llamador” de nuestra ciudad nace la inquietud de la que acabará por nacer la hermandad de la Sagrada Cena. Así el 31 de octubre de 1983 nace su junta fundacional y el 1 de mayo de 1985 se constituye canónicamente como cofradía sacramental, al considerarse continuadora de dos antiguas hermandades del Santísimo Sacramento erigidas en 1630 y 1631 respectivamente, fusionadas por decreto del obispo Agustín de Ayestarán el 13 de febrero de 1799 y regidas por unas reglas que en algunos aspectos inspiraron las normas de esta nueva hermandad. Con el fin de realizar la estación de penitencia, la hermandad adquiere la imagen de María Santísima de la Esperanza del Valle, Dolorosa anónima del siglo XIX adquirida al fotógrafo sevillano “Fernand” y que es bendecida el día 12 de mayo de 1985, imponiéndosele su corona un año después, el Domingo de Pentecostés 18 de mayo de 1986. El 11 de abril de 1987, en la primera función solemne dedicada a Nuestro Padre Jesús de la Fe, el obispo Infantes Florido le impone la Medalla de Primera Adoradora que le había concedido el Consejo Nacional de la Adoración Nocturna. Poco tiempo después se encarga al imaginero de Puente Genil Francisco Palos la factura de la imagen del Señor. Una vez encarnada la talla por el ecijano Joaquín Ojeda, la imagen es bendecida el día 11 de abril de 1987, actuando como padrinos los Hermanos de la Cruz Blanca y el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna. No obstante, la imagen será sustituida por otra antes de su primera estación penitencial. La nueva imagen será realizada por el imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado y bendecida en la Parroquia de la Trinidad, donde la hermandad tuvo su primera sede canónica, el 24 de abril del año 1993. Por deseo expreso de la hermandad, el cáliz que lleva en sus manos el Señor es una reproducción del de monseñor don Antonio Gómez Aguilar, fallecido meses antes, y que, como responsable del templo de la Trinidad, se había desvelado por ayudar a la cofradía en su etapa fundacional y sus primeros años de existencia. Tras recibir la autorización de la Agrupación de Cofradías como primera en acceder al itinerario oficial el Jueves Santo, la hermandad realiza su primera estación de penitencia el Jueves Santo 31 de marzo de 1994 con un paso en el que marchaba sola la imagen del Señor puesto que hasta el año 1996 no procesionaría el apostolado realizado por Miguel Ángel González Jurado. El hecho de que la hermandad nunca podría salir desde el interior de la iglesia de la Trinidad y la necesidad de “competir” con el “resto de Hermandades de centro” para nutrirse de hermanos, lleva a la hermandad a mirar hacia otras zonas de nuestra ciudad. Así decide la compra de un local en la calle Francisco González Panchón, en la zona de Poniente de nuestra ciudad. El día 8 de abril del año 2000, don Joaquín Pérez Hernández, párroco de la recién creada parroquia de Nuestra Señora de la Consolación ofrece a la hermandad un templo que todavía no se ha construido y del que ni tan siquiera se han redactado el proyecto, lo que permitirá a la hermandad contemplar la futura ubicación de sus Titulares, incluido el misterio completo de la Cena, y la construcción de una puerta que permita realizar la estación de penitencia desde el interior del templo. El día 4 de febrero de 2001, cuando todo estaba previsto para que la hermandad se incorporase a la nueva sede canónica, se produce un cambio de titular en la parroquia del Beato Álvaro de Córdoba, haciéndose cargo de la misma don Tomás Pajuelo quien se muestra también favorable a la integración de la hermandad en el nuevo templo. Así las cosas, el día 1 de abril del año 2001, se celebra un Cabildo General Extraordinario en el que se decide, por unanimidad, solicitar al Obispo de Córdoba el cambio de sede a la parroquia Beato Álvaro de Córdoba. El día 15 de mayo de ese año 2001, el Consejo Episcopal acuerda acceder al cambio de sede canónica de la hermandad que celebrará la entrada oficial en su nueva sede el día 21 de junio, al finalizar el primer día de los cultos al Santísimo Sacramento. El Jueves Santo del año 2002, la hermandad realizará ya su primera salida procesional desde su nueva sede. En el año 2001, se sustituye la imagen de María Santísima de la Esperanza del Valle por la actual, realizada también por el imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado. Aunque esta imagen no procesiona actualmente, la hermandad tiene ya el diseño del que será su paso de palio. Este, será de estilo Renacimiento, con muchos elementos innovadores y muy personal. La corporación había encargado el diseño del trono a una comisión formada por cuatro personas: Francisco Mellado, Miguel Ángel González Jurado (autor de la imagen, bendecida en diciembre de 2001), Manuel González y Julio Ferreira, el vestidor de la titular. El proyecto ha sido aprobado por mayoría absoluta en un reciente cabildo general de hermanos. En el año 2008 se cumple una vieja aspiración de la cofradía, la de poder salir desde el interior de su sede canónica, para lo cual se realizan obras de ampliación en su capilla y se habilita una nueva puerta. El 23 de noviembre de 2008, a las 12,00 horas, el todavía obispo de la diócesis, monseñor Asenjo bendecía en acto solemne la imagen del Santísimo Cristo de la Luz, titular de la hermandad de la Sagrada Cena. Con esta obra, la corporación de Poniente veía cumplida una vieja aspiración, la de contar con una imagen titular con la que poder realizar el Vía Crucis, ese acto de piedad que introdujera en Occidente, el también titular de la hermandad, San Álvaro de Córdoba. La efigie es obra del imaginero boliviano, afincado en nuestra ciudad, Edwin González quien, desde el primer momento, supo captar la idea de crear una imagen de Cristo en la que imperase la serenidad y llamara al recogimiento y a la devoción. Inspirado en nuestros clásicos del barroco, Edwin ha labrado un Cristo en el crítico momento de entregar su alma al Padre, por esa razón tiene los ojos entreabiertos y todavía conserva un alo de tensión en su derrotado cuerpo. Y un detalle, en el pómulo derecho del Señor aparece una lágrima furtiva. Es la firma del autor, con la que simboliza su lucha y sus dificultades, a la vez que su agradecimiento a Dios. La Hermandad afronta desde hace unos años la ejecución del paso de palio donde saldrá en pocos años la Virgen de la Esperanza del Valle. 

Sede Canónica: Parroquia del Beato Álvaro de Córdoba

Pasos: 1 paso, el misterio representa la última cena del Señor con los apóstoles e institución de la Eucaristía. Tanto el Señor de la Cena, de 1993, como el resto del apostolado, de 1996, son obra de Miguel Ángel González Jurado. 

Hábito Nazareno: Templete con la imagen de la Inmaculada Concepción para el callejón central del paso de palio obra del orfebre Jesús Amaro, modelada por Edwin González con diseño de Julio Ferreira. 

Música: En el misterio la Agrupación Musical "Sagrada Cena" de Córdoba. Tras la Virgen la Banda de Música “Tubamirum” de Cañete de las Torres (Córdoba). 

Recorrido: Salida (18:00 horas), Avenida Guerrita (18:30 horas), Previsión (19:00), Damasco (19:30), Plaza de la Constitución, Avenida Conde de Vallellano (20:00), Doctor Marañón, Campo Santos Mártires (20:30), Santa Teresa Jornet, Ronda de Isasa, Entrada C.O (21:10), Catedral (22:00), Salida C.O (22:20), Magistral González Francés, Corregidor Luís de la Cerda, Plaza del Triunfo, Amador de los Ríos (23:00), Campo de los Santo Mártires, Fleming, Doctor Marañón (23:30), Jardines de Vallellano, Avenida de Vallellano (00:00), Avenida del Aeropuerto, Alcalde Velasco, Previsión (00:30) , Avenida Gran Vía Parque (01:00), Avenida de Guerrita y Entrada (01:40). 

Lugares recomendados: Por el barrio durante la ida y la vuelta y Campo de los Santos Mártires.

Datos de interés: La Hermandad colabora activamente con los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca además de con la Cáritas Parroquial. 

Hermandad de las Angustias


Nombre Completo: Pontificia, Real y Centenaria Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.

Reseña Histórica: La cofradía más antigua que procesiona actualmente en nuestra Semana Santa es la de Nuestra Señora de las Angustias. que se crea a mediados del siglo XVI, estableciéndose en la capilla de la Magdalena de la iglesia conventual de San Agustín. La posesión tiene lugar en marzo de 1558, fecha en la que la cofradía y la comunidad de agustinos firman una escritura en la que se especifican las obligaciones por ambas partes. Las reglas de esta cofradía se aprueban por el obispo en abril del año 1570, siendo confirmadas en junio de 1587 por el provisor general de la diócesis el licenciado Velarde de la Concha, quine las aprueba a condición de que “las mujeres de la cofradía no asistan en las congregaciones con los hermanos cofrades ni salgan en la disciplina, salvo alumbrando y sin túnicas descubiertas con sus mantos. Parece ser que en 1573 hay un intento de la cofradía del Santo Crucifijo de unión con la de las Angustias.. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias despierta un intenso fervor en el vecindario, siendo numerosos los devotos que en los testamentos manifiestan su voluntad de que se digan misas por sus almas en la capilla y altar de esta devoción mariana. A lo largo del siglo XVII y gran parte de la primera mitad del siglo siguiente, la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias atraviesa por una etapa de esplendor y auge que se manifiesta a través del aumento de número de hermanos y la incorporación de elementos barrocos a la procesión del Viernes Santo que le dan una mayor vistosidad y boato. Entre las iniciativas más importantes cabe mencionar la sustitución de la primitiva imagen en 1628 por la magnífica obra del escultor cordobés Juan de Mesa. Parece ser que en el encargo intervienen fray Pedro de Góngora y Angulo. En el último cuarto del siglo XVII la cofradía encarga al escultor Pedro de Paz una imagen de las Angustias para colocar en la mesa petitoria del Jueves y Viernes Santo. En el año 1697 la falta de recursos obliga a la cofradía a renunciar a a sacar la procesión, situación que se repetirá en la primera mitad del siglo XVIII. La cofradía se revitaliza en la década de los cuarenta coincidiendo con la llegada al poder en 1843 del partido moderado del general Narváez. Estos signos de vitalidad se consolidan en 1851 con el ofrecimiento hecho al municipio de sacar a la titular en la procesión del Santo Entierro. La hermandad de las Angustias participa en el desfile oficial del Viernes Santo desde 1851 hasta el final del reinado de Isabel II. La titular va acompañada también en ocasiones por otras cofradías y colectivos profesionales. Durante la etapa isabelina la hermandad de las Angustias cobra bastante dinamismo. Tras el paréntesis del sexenio revolucionario, la cofradía desarrolla una intensa actividad a lo largo de la Restauración. Además de su participación en la tarde del viernes Santo, procesiona al margen del desfile oficial en las postrimerías del siglo XIX. Así los hermanos de las Angustias acuerdan sacar sus titulares con el Cristo de Gracia en la tarde del Jueves Santo de 1891, 1892 y 1893. El Jueves Santo de 1896 va acompañada de Jesús Rescatado. En 1895 saldrá el Miércoles Santo, al igual que en 1899, año en que procesiona junto a Jesús del Calvario. En los primeros años del siglo XX la hermandad se encuentra en una fase de aletargamiento de la que saldrá a partir de 1919 contribuyendo de forma decisiva a ello el nombramiento de la reina madre María Cristina como camarera de honor. Los titulares forman parte del desfile oficial del Santo Entierro hasta 1928 y procesionan asimismo el Martes o Miércoles Santo en unión de las hermandades de Jesús del Calvario y Cristo de Gracia. El año 1928 marcará un hito importante en la vida de la cofradía al tener previsto realizar la salida procesional en solitario el Jueves Santo, pero la lluvia obliga a trasladar la estación de penitencia al Viernes Santo por la noche. En la Semana Santa de 1929, 1930 y 1931 los hermanos de las Angustias recorren las calles de la ciudad el Jueves Santo rivalizando con los de Jesús Caído. En los años 1933 y 1934 la hermandad decide suspender la procesión por las prohibiciones decretadas por la II República. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias participará en la procesión del Santo Entierro de 1935, siendo la única que sale a la calle en un ambiente de tensión la Semana Santa de 1936. Esta salida provocará disensiones internas en el seno de la cofradía que originan la dimisión del hermano mayor. También el prelado de la diócesis y el prior de la comunidad de dominicos se oponen de manera tajante al acuerdo tomado en la reunión celebrada por un grupo de hermanos a iniciativa de Manuel Revuelto Nieto, quien traslada las imágenes a su domicilio salvándolas del peligro ocasionado por el incendio intencionado del templo de San Agustín. En el año 1937 la imagen procesiona por primera vez bajo palio lo que se mantendrá hasta el año 1957, año en que se prescindió de él por consejo del obispo fray Albino que consideraba que se trataba de una paso de misterio y no de Virgen. En el año 1948, el obispo fray Albino nombró hermano mayor a don Amador Naz Román , en cuyo mandato se hizo la corona actual, que labró Rafael Peidró Dueñas y que le impuso a Nuestra Señora el obispo fray Albino en el año 1953. Durante el mandato como hermano mayor de Aurelio de Castro Navarro, marqués de la Fuensanta del Valle, se lleva a cabo el polémico traslado de la hermandad de las Angustias y de sus titulares a la céntrica iglesia de San Pablo, regida por los claretianos. Esta medida provoca la protesta generalizada de los vecinos del barrio, pero resulta infructuosa. El traslado se lleva a cabo a principios de marzo de 1961. El 11 de octubre de 1987 tiene lugar otro hito histórico para la cofradía como es la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias por el obispo monseñor Infantes Florido. Con motivo del 375 aniversario de la Bendición de la Virgen de las Angustias, la hermandad desarrolló, en el año 2003, un intenso programa de actos como continuación al 375 aniversario de la muerte del insigne escultor cordobés D. Juan de Mesa y Velasco que tuvieron lugar entre los días 28 al 30 de noviembre del año 2002 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba bajo el título “III Jornadas de Historia del Arte. Juan de Mesa, Visiones y Revisiones(1627-2002) en el que intervinieron prestigiosos catedráticos de Historia del Arte tanto nacionales como internacionales. Entre este conjunto de actos cabe destacar el Pregón pronunciado por don Manuel Salcines López el día 14 de marzo. Asimismo el día 23 del mismo mes, en la Fiesta de Regla de la Hermandad se les imponía la medalla de hermano de honor a la Brigada de Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno” X de Cerro Muriano (BRIMZ X) por sus misiones de paz así como por su vinculación histórica con esta Hermandad y Cofradía. En el año 2008 la hermandad celebra el 450 Aniversario de su fundación con un completo programa de actos que se inicia en el año anterior y que tiene como culminación la celebración, el día 13 de marzo de 2008 de una Función Solemne en la Real Iglesia de San Pablo. Todos estos actos culminaron con una salida extraordinaria de Nuestra Señora de las Angustias Coronada el día 20 de septiembre. En 2014 la hermandad retorna al restaurado templo de San Agustín, estableciendo en una calle aledaña su nueva sede.

Sede Canónica: Iglesia Conventual de San Agustín.

Pasos: 1 paso, la Virgen recibe el cuerpo de su hijo muerto. La dos imágenes son de Juan de Mesa y Velasco del año 1627.

Hábito Nazareno: Capa negra con galón dorado y vueltas moradas. 

Estrenos: Sin estrenos

Música: En el misterio la Banda de Música del Saucejo (Sevilla). 

Recorrido: Plaza de San Agustín (19:00), Reja de Don Gómez, Muñoz Capilla (19:30), Arroyo de San Andrés, Hermanos López Diéguez, Plaza de San Andrés, Fernán Pérez de Oliva (20:00), Gutiérrez de los Ríos, Plaza de la Almagra, Escultor Juan de Mesa (20:30), Plaza de San Pedro, Don Rodrigo, Lineros (21:00), Enrique Romero de Torres, Ribera (21:30), Ronda de Isasa, Entrada C.O (21:45), Catedral (22:30) Salida C.O (22:55), Cardenal González, San Fernando (23:30), Diario de Córdoba (00:00), Capitulares, Alfaros (00:30), Juan Rufo (00:30), Enrique Redel, Rejas de Don Gome (01:00), Plaza de San Agustín y Entrada (01:30). 

Lugares recomendados: Salida y Entrada por su dificultad  y la belleza de la Plaza, Plaza de San Pedro y San Andrés. 

Datos de interés: Es la obra cumbre del imaginero cordobés Juan de Mesa y Velasco. 

Hermandad del Cristo de Gracia (Esparraguero)


Nombre Completo: Trinitaria Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de Gracia y María Santísima de los Dolores y Misericordia.

Reseña Histórica: La devoción al Santísimo Cristo de Gracia surge inmediatamente después de la llegada de la imagen a la iglesia conventual de los trinitarios descalzos en el año 1618. Esta orden se había instalado en nuestra ciudad en el año 1607. Aunque mantuvieron algunos pleitos con los agustinos, finalmente, el obispo de Córdoba les concede la ermita de Nuestra Señora de Gracia el 13 de febrero de 1608, cristalizando su asentamiento en nuestra ciudad. Diez años después, el 4 de febrero de 1618 llega a la iglesia conventual la imagen del Cristo de Gracia por medio de una donación de Francisca de la Cruz, quien la había recibido de su hermano Andrés Lindo, residente en las Indias. La imagen estaba realizada en la ciudad de Puebla de los Ángeles en el virreinato de Nueva España. Los trinitarios descalzos muestran un vivo interés en difundir e impulsar la devoción al Cristo de Gracia consiguiendo que en los años inmediatos a la donación, la imagen despierte un arraigado fervor popular en el vecindario, fenómeno que se intensificará hasta alcanzar cotas elevadas a lo largo del siglo XVII. Las donaciones constituyen un significativo exponente del fervor al Cristo de Gracia. Entre la masa de devotos encontramos al orfebre Juan de León, quien en junio de 1654 ofrece una lámpara de plata y la correspondiente dotación de aceite. Los frecuentes prodigios atribuidos a la imagen contribuyen de manera decisiva a propagar la devoción al Cristo de Gracia en todas las capas sociales y barrios de la ciudad. En agradecimiento depositan numerosos exvotos, alhajas de plata y ornamentos para el servicio de la capilla donde recibe culto la venerada efigie. La intensa devoción de los cordobeses se manifestará asimismo en la procesión de rogativa por la lluvia organizada el 1 de mayo de 1653 a iniciativa de un grupo de labradores del barrio de San Lorenzo, constituyendo esta la primera vez que la imagen sale del templo conventual en penitencia pública. La devoción al Cristo de Gracia se entibia en la década de los ochenta de este siglo XVII como consecuencia de la retirada de la imagen a la clausura debido a las obras de la nueva iglesia que se levanta, volviendo a recuperar la devoción de antaño, incluso intensificada, en las postrimerías de del siglo XVIII. Es llamativo que los trinitarios no impulsen la erección de una cofradía dedicada a la popular imagen en este siglo, pudiendo estar la causa en la prohibición establecida por las constituciones de la descalcez de 1614. Sin embargo, estas primitivas reglas se suavizarán en el siglo XVIII y podremos contemplar el nacimiento de sendas cofradías en honor a Jesús Rescatado en el año 1713 y al Cristo de Gracia en 1736 agregadas a la confraternidad trinitaria. Durante el siglo XVIII la imagen del Cristo de Gracia continúa despertando un intenso fervor en el vecindario que se manifestará a través de una nueva salida procesional en rogativa por la lluvia que tiene lugar el 19 de abril de 1734 y a la que asisten una elevada cifra de miembros de la aristocracia, labradores y numerosos devotos. Este intenso fervor que despierta en la ciudad el Santísimo Cristo de Gracia es una de las razones que impulsa a un grupo de devotos, con el apoyo de la comunidad trinitaria, a fundar una hermandad en su honor, erigida canónicamente el 21 de enero de 1736. En las décadas siguientes a la fundación de la hermandad se llevan a cabo proyectos de envergadura como la conclusión y dedicación de la capilla del titular, el dorado del retablo y el camarín de la venerada imagen. A finales de este siglo XVIII se construye un altar en la capilla del Cristo de Gracia, donde se coloca una imagen de Nuestra Señora de los Dolores donada por doña Beatriz Cisterna. La trayectoria de la hermandad del Santo Cristo de Gracia en el primer tercio del siglo XIX viene marcada por las vicisitudes de la comunidad trinitaria. La entrada de las tropas francesas el 7 de junio en nuestra ciudad resulta funesta por los atropellos y saqueos cometidos de los que también serán víctimas la iglesia y las dependencias conventuales. Con la retirada de las tropas francesas a los diez días se normaliza la situación, pero los estragos llevados a cabo quedan en la memoria de los religiosos que toman la iniciativa, de acuerdo con la hermandad del Santísimo Cristo de Gracia, de sacar la imagen en procesión de rogativa patriótica el 22 de diciembre de 1809, siendo secundada la convocatoria por numerosos cordobeses de todas las capas sociales. La hermandad de la Santísima Trinidad y Santo Cristo de Gracia se ve afectada por la exclaustración de los religiosos el 10 de febrero e 1810, decretada por el gobierno de José I. Tras un paréntesis de más de tres años, regresan los frailes a la clausura y con este motivo celebran una solemne función de iglesia el 25 de julio de 1813. La tarde anterior se trasladan en procesión las imágenes del templo trinitario que habían sido distribuidas en distintas iglesias. La normalización de la vida comunitaria en el convento de Nuestra Señora de Gracia repercute positivamente en la hermandad del Cristo de Gracia que tendrá una notoria vitalidad en los lustros siguientes. Con motivo del jubileo de Año Santo concedido por León XII en el año 1825, la hermandad organiza salidas de rosarios públicos para ganar las indulgencias en marzo de 1826. Este dinamismo volverá a quedar truncado con la exclaustración de los religiosos en agosto de 1835., si bien la iglesia permanece abierta al culto, gracias a los denodados esfuerzos de la hermandad que contribuye a pagar los gastos de sostenimiento. La recuperación de la procesión del Santo Entierro por la corporación municipal a mediados del siglo XIX significa la incorporación de la imagen del Cristo de Gracia a la Semana Santa cordobesa acompañada por los hermanos de la cofradía. En el año 1866 los hermanos del Cristo de Gracia vestirán en la procesión oficial túnicas blancas y negras costeadas por el ayuntamiento. La precaria situación económica que vive la hermandad obligará a pedir ayuda económica al municipio en 1865 para restaurar la imagen titular. Durante la etapa de la Restauración la cofradía del Cristo de Gracia participa con su titular en la procesión oficial del Santo Entierro, hasta que a finales de este siglo XIX, dejan de hacerlo al extinguirse la hermandad, si bien, la imagen sigue saliendo en la procesión oficial acompañada por las personas y corporaciones invitadas por el ayuntamiento. Además de en el desfile oficial del Santo Entierro, el Cristo de Gracia recorre las calles de la ciudad el Jueves Santo de los años 1891, 1892 y 1893 junto a las Angustias en salidas procesionales que corren a cargo de esta última hermandad. En abril de 1900 el obispo José Pozuelo y Herrero autoriza el restablecimiento de los trinitarios en nuestra ciudad y en septiembre de 1903 el superior de la comunidad toma posesión de la iglesia y convento. A raíz de la instalación de los trinitarios se reorganiza en 1905 la Pía Asociación de la Santísima Trinidad y Santísimo Cristo de gracia. Los religiosos pretenden impulsar y potenciar el culto y devoción al misterio de la Trinidad, aprovechando el arraigo popular del Cristo de Gracia que sale en al procesión del Santo Entierro. Los estatutos se elaboran el 4 de junio de 1905 y en agosto del mismo año son aprobados por la autoridad eclesiástica. Esta reorganización tendrá una existencia fugaz ya que en 1909 queda prácticamente disuelta hasta que en enero de 1913 se pone de nuevo en marcha. Los esfuerzos realizados por impulsarla cosechan los frutos deseados rápidamente ya que en 1916 se decide vestir hábito nazareno en la procesión del Santo Entierro, iniciándose una etapa de pujanza. A partir del año 1937 el Cristo de Gracia procesiona en el desfile oficial del Santo Entierro y poco después pasa definitivamente la hermandad a realizar la estación de penitencia el Jueves Santo.

La reorganización llevada a cabo en marzo de 1942 supone la potenciación de la cofradía en los lustros siguientes. Así en el año 1942 se sustituye el hábito penitencial de tisú de planta por el blanco y negro del atuendo trinitario. En el año 1948 se crea una banda de cornetas y tambores y dos años más tarde se instauran los cultos mensuales en la capilla del titular en la que se realizan importantes obras de restauración. La trayectoria de la hermandad del Cristo de Gracia desde 1955 hasta nuestros días ofrece rasgos comunes con la mayoría de las cofradía de penitencia, manteniendo estrechos vínculos con distintos colectivos de la ciudad, plasmados en el nombramiento de hermanos de honor al Real Centro Filarmónico Eduardo Lucena y la Federación de Peñas cordobesas. En el año 1982 se piensa en construir un nuevo paso para el Cristo, encargándosele tal tarea a Miguel Arjona Navarro. Para el diseño, el autor propuso inspirarse en el arte gótico que, en su opinión, resultaba el más apropiado. Este nuevo paso comienza a procesionar en el año 1985 aunque fue terminado en el año 1989 y sus elementos figurativos se centran básicamente en las principales devociones cordobesas, la orden trinitaria y la Virgen de Guadalupe, completándose el programa con los arcángeles y con San Álvaro, patrón de las hermandades y Cofradías de nuestra ciudad. En el año 2007, la hermandad crea una Agrupación Musical con el nombre de su Titular que debuta acompañando a la procesión de la Santa Cruz que organiza su Grupo Joven. Esta formación debutaría el Martes Santo del año 2008 en nuestra Semana Santa acompañando al titular de la hermandad del Prendimiento desde su salida hasta su llegada a la Santa Iglesia Catedral. En el año 2018 se conmemora los 300 años de la llegada a Córdoba del Señor de Gracia. 

Sede Canónica: Parroquia de Nuestra Señora de Gracia (Trinitarios).

Pasos:1 paso, representa a Cristo muerto en la Cruz y María Santísima, San Juan y María Magdalena a sus pies. El Señor es obra anónima llegada a Córdoba en 1618. El resto de figuras son atribuidas a una escuela valenciana realizada a finales del siglo XIX. 

Hábito Nazareno: Túnica blanca y escapulario blanco con cruz roja y azul, capa, cubrerrostro  correa en negro. 

Estrenos: Sin estrenos

Música: En el único paso la Agrupación Musical "Cristo de Gracia" de Córdoba.

Recorrido: Salida-Plaza del Cristo de Gracia (19:05), María Auxiliadora (19:30), Plaza de San Lorenzo, Arroyo de San Lorenzo, Ronda de Andújar (20:00), Puerta Nueva, Alfonso XII (20:30), Plaza de San Pedro, Don Rodrigo (21:00), Lineros, Enrique Romero Torres (21:30), Ribera, Ronda de Isasa, Entrada C.O (22:12), Catedral (23:00),  Salida C.O (23:22), Cardenal González, San Fernando (00:00), Diario de Córdoba (00:30), Capitulares, San Pablo (01:00), Plaza de San Andrés, Realejo, Santa María de Gracia (01:30), Plaza de San Lorenzo, María Auxiliadora (02:00), Plaza del Cristo de Gracia-Entrada (02:50).

Lugares recomendados: Plaza de San Pedro, Romero Torres, Plaza de San Andrés y Entrada

Datos de interés: El Señor de Gracia es una obra que vino de México y está realizado con cañaheja. 

Hermandad de la Buena Muerte


Nombre Completo: Hermandad de Nazarenos Congregantes del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora Reina de los Mártires.

Reseña Histórica: Un grupo de jóvenes profesionales, mayoritariamente médicos y abogados de la alta sociedad cordobesa funda esta hermandad en el año 1943, conformando su primer cabildo de oficiales, a cuyo frente se hallaba el prestigioso médico don Enrique Luque Ruiz. La extracción social de sus fundadores y la ubicación en pleno centro de la ciudad de la Colegiata de San Hipólito dieron a la hermandad una imagen elitista, que, aunque pocos años después ya no se correspondía con la realidad, ha sido lastre permanente de su historia. En el año 1944 se aprueban sus primeros estatutos por el obispo Pérez Muñoz, integrándose desde entonces su escudo de armas como un elemento más de la heráldica de la hermandad. Los primeros esfuerzos se centraron en conseguir los enseres imprescindibles y en la incorporación de la talla del Crucificado, obra en madera de cedro que se encargó a uno de los imagineros más reconocidos de la época, el sevillano Antonio Castillo Lastrucci. quien también realizaría más tarde la imagen de Nuestra Señora Reina de los Mártires. En la madrugada del Viernes Santo de 1946 la hermandad realiza su primera estación de penitencia, sólo con el paso de Cristo, obra también del propio Lastrucci, inaugurando así una nueva jornada cofrade en la Semana Santa de Córdoba. Aquella salida de 1946 tuvo como prólogo el nombramiento de José María Pemán, pregonero de la Semana Santa de aquel año como hermano de la corporación. Durante la década de los cuarenta la hermandad realizó un recorrido circunscrito básicamente al centro de la ciudad, con salida de San Hipólito a la una de la madrugada y entrada al itinerario oficial hora y media más tarde, llamando siempre la atención lo acabado de su guión procesional. Buena parte de culpa tuvo en ello su hermano mayor fundador, a quien la hermandad de Pasión reconocía su valía en 1950 al otorgarle la medalla al mérito cofrade que entonces concedía. En el año 1951 se produce la primera salida del paso de palio de la Reina de los Mártires, una verdadera maravilla artística en muy poco tiempo concluida, y que combinaba lo mejor del genio creador de dos de los artistas más prestigiosos del arte cofrade contemporáneo, el orfebre Jesús Domínguez y la bordadora Esperanza Elena Caro. A lo largo de los años cincuenta la cofradía es una de las de vida más pujante, favorecida por el semillero de las Congregaciones Marianas, del que se nutrieron sus filas hasta entrados los ochenta. Aunque siempre se asocia a esta hermandad con la madrugada del Viernes Santo, alteró su día de salida en los años 1961 y 1962, debido a las modificaciones del itinerario oficial, trasladado a la Judería y el patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral. En ambas ocasiones pasó a ser la primera hermandad de la tarde del Viernes Santo, saliendo de la Colegiata a las seis y media de la tarde y entrando en el palco de horas a las ocho y media. En el año 1963 suspendió su salida por la lluvia y en 1964 vuelve a la madrugada penitencial. En el año 1973 salió en la tarde-noche del Jueves Santo entrando en carrera oficial en penúltimo lugar, aunque la experiencia no debió ser positiva, ya que al año siguiente volvió a entrar en carrera oficial en la madrugada, aunque saliendo de su templo a las once de la noche. En el año 1978 la hermandad debió de salir solo con el paso de Cristo, debido al plante en la misma salida de os costaleros “profesionales” que debían llevar a la Reina de los Mártires; eran los años en los que las cuadrillas de hermanos estaban poniendo punto y final al viejo sistema de cargadores, y en ese ambiente la Semana Santa de este año resultó extraordinariamente polémica.*(la versión del hermano mayor de esos años  El acceso al cargo de hermano mayor de don Lorenzo Domínguez se incorporan a la dirección de la hermandad un importante número de miembros procedentes de la cuadrilla de hermanos costaleros, de la que, desde mediados de los 70, disponía la cofradía. En el año 1982 accede al cargo de hermano mayor D. Antonio Miguel Capdevila Gómez. Con él se produce un cambio importante ya que aunque se mantienen miembros de mayor edad que ya habían estado en directivas anteriores o incluso de incorpora a alguno de los cofrades de mayor antigüedad en el censo de la cofradía, la mayoría de los componentes de la nueva Junta no sobrepasa los treinta años de edad. En estos años se procura la hermandad de jóvenes procedentes de movimientos alentados por la Compañía de Jesús que sirvan de sustitutivo a la antigua cantera de las Congregaciones Marianas, que acababan de desaparecer; así sucederá, sobre todo con los Montañeros de Santa María. Dentro de esta dinámica se inserta el Rosario de la Aurora de la Juventud realizado en 1982, una de las escasas ocasiones en las que la Reina de los Mártires ha dejado su colegiata de San Hipólito. También en estos años e afronta las necesarias restauraciones de las tallas de ambos titulares realizadas por Francisco Peláez del Espino (1984-85), la del paso de Cristo realizada por Ignacio Torronteras en el año 1984. En el año 1984, por cabildo de oficiales, se nombra hermanas de la Buena Muerte al resto de las cofradías cordobesas. Bajo el mandato de Lorenzo de Juan Luque se procederá a una nueva restauración de los titulares, se comenzará a realizar en el año 1990 la estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral y se llevarán a cabo las celebraciones del Cincuenta Aniversario Fundacional en las que además de una extensa relación de cultos y actividades formativas, tuvo lugar el pregón conmemorativo, a cargo de don Manuel J. Sánchez Fernández, quien años atrás había pronunciado el juvenil de la hermandad. Aunque la hermandad admite en su seno hombres y mujeres, no es hasta el año 2004 cuando se aprueba que las mujeres puedan hacer estación de penitencia en la madrugada del Viernes Santo vestidas con túnicas de nazareno. La lluvia de ese año impidió que se produjese la incorporación de las mujeres a las filas de nazarenos, produciéndose esta incorporación en la madrugada del año 2.005 Otro hito importante ocurre en el año 2.005, cuando con motivo de la celebración del Año de la Eucaristía y del XVII Centenario de los Santos Mártires, las Cofradías cordobesas decidieron realizar una Peregrinación Jubilar a la ahora Basílica Menor de San Pedro donde se encuentran los restos de los Santos Mártires cordobeses San Acisclo y Santa Victoria. Dicha peregrinación que se celebraron el día 19 de noviembre de 2005 estuvo presidida por Nuestra Señora Reina de los Mártires en su paso de palio y a ella se invitó a participar a todas las Hermandades y Cofradías de la provincia de Córdoba.

Sede Canónica: Real Colegiata de San Hipólito.

Pasos: 2 pasos, el primero Cristo muerto en la Cruz. El Señor es obra de Antonio Castillo Lastrucci del año 1945. El segundo Dolorosa bajo palio. La Virgen también es obra de Antonio Castillo Lastrucci del año 1945. 

Hábito Nazareno: Túnicas negras de cola, con cubrerrostro del mismo color y cinturón de esparto. 

Estrenos: Restauración de la peana de la dolorosa y los faroles de Cruz de Guía realizado por Emilio León. 

Música: No lleva

Recorrido: Plaza de San Ignacio de Loyola-Salida (00:00), Alonso Aguilar, Bulevar del Gran Capitán (00:30), San Felipe, Tesoro (01:00), Lope de Hoces, Paseo de la Victoria (01:30), Pintor López Obrero (01:30), Doctor Fleming, Santa Teresa de Jornet (02:00), Ronda de Isasa, Entrada C.O (02:25), Catedral (03:00), Salida C.O (03:35), Magistral González Francés, Cardenal Herreros, Judería, Calle Deanes, Calle Conde y Luque, Plaza Agrupación de Cofradías (04:00), Calle Blanco Belmonte, Ángel de Saavedra, Jesús y María (04:30), Plaza de las Tendillas,  Gondomar, Bulevar del Gran Capitán (05:00), Alonso Aguilar y Entrada (05:30). 

Lugares recomendados: Salida y Entrada, Plaza de la Trinidad y la Judería

Datos de interés: Es la única Cofradía que en la actualidad conforma la Madrugá. 

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