viernes, 28 de enero de 2022

La Pasión en sus manos: Entrevista a Álvaro Pineda Lucena "Sigue faltando formación, faltan cristianos comprometidos y mayor implicación de las instituciones y administraciones públicas"

Regresa a Sentir Córdoba la sección de entrevistas "La Pasión en sus manos" y lo hacemos con una muy personal y sincera al periodista, cofrade y pregonero de la Semana Santa de Córdoba Álvaro Pineda Lucena.

Álvaro Pineda Lucena (Córdoba, 1971) es cofrade por tradición familiar y convicción personal. Hermano de las cofradías de la Misericordia y Expiración de Córdoba y del Gran Poder de Sevilla es periodista de profesión. Ha sido pregonero de la Juventud de nuestra ciudad en 1997 y pregonero de la Semana Santa de la misma en 2003. Ha pertenecido a la Junta de Gobierno de la Agrupación de Cofradías de Córdoba con Francisco Alcalde y Juan Villalba.


1: ¿Qué gran devoción tienes en tu corazón?

En mi caso, por tradición familiar, por tantos momentos junto a Él y porque me ha visto crecer desde mi más tierna infancia, el Santísimo Cristo de la Misericordia. Ese impresionante crucificado manierista me vincula y me ancla a mi propia trayectoria vital, íntima, personal. Junta a esa advocación, mi corazón palpita ante la de Jesús del Gran Poder. Mismo Dios. Si en una imagen - con sus brazos completamente extendidos - me recuerda Su infinita Misericordia conmigo, en la otra veo al mismo Jesús en carne y hueso que a zancadas viene en mi busca porque Él todo lo puede.

2: ¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo del periodismo?

La profesión empieza a sentirse cuando comienzas a familiarizarte con lo que es el día a día del Periodismo y ahí juegan un papel fundamental los períodos de prácticas que, en mi caso, están vinculados a Diario CÓRDOBA, Radio Córdoba-SER y ABC de Sevilla. Marcaron mis comienzos y han influido, sin duda, en mi trayectoria profesional posterior, aunque ésta haya estado más vinculada al mundo de la comunicación corporativa. Antes de esas prácticas, ya había comenzado a publicar cartas al director en ese mismo diario desde mi adolescencia cuando ya mi afición por las letras estaba más que definida.

3: ¿Cómo surge esa vocación?

Bueno, quizás una suma de circunstancias. Por un lado, una inclinación temprana por las letras, por escribir, por redactar y la cercanía de mi doble padrino de Bautismo y Confirmación, mi tío José Luis Lucena, gran lector, apasionado de la Literatura y también buen escritor con numerosas colaboraciones en distintos medios y pregonero de la Semana Santa de Montoro. Siempre quiso ser periodista, tenía condiciones más que sobradas, pero no pudo ser, aunque en parte ha podido “sacarse la espina” con una hija y un doble ahijado periodistas de los que, me consta, está muy orgulloso.

4: Quiénes son tus referentes en el mundo del periodismo?

Bueno, digamos que entre mis referentes en lo que prefiero llamar “mundo de la comunicación” están profesionales muy dispares… Jesús Quintero, un mago, un encantador de palabras, nadie como él manejaba los silencios…tenía duende, espontaneidad…un grande. Carlos Herrera con sus luces y sus sombras, Antonio Burgos…me marcó en muchas cosas, en su pasión por las tradiciones, las costumbres, la nostalgia de lo pasado…

Entre mis paisanos, por amistad, cariño, por haber sido un poco discípulo suyo, mi gran amigo que Dios guarde, Rafael López Cansinos. Periodista de aquellos años en que todo era distinto, para lo bueno y para lo malo, marcó como Matías Prats un camino. Pudo llegar mucho más lejos – me consta – fuera de Córdoba, pero nunca quiso renunciar a esta ciudad que, por cierto, está en deuda con él… Una calle, una plaza, un rincón, pero ya sabemos que Córdoba es muy madrastra con sus hijos dilectos… Digo yo que en esta ciudad se le deberá algo más que por ejemplo a Dolores Ibárruri La Pasionaria o Rigoberta Menchú.

5: ¿Y tus inicios cofrades, como los recuerdas?

Indisolublemente ligada a la figura y la persona de mi padre, Manuel Pineda Fernández, hermano de la Misericordia desde su juventud. Acuden a mi mente como recuerdos imborrables, desde bien niño, las visitas a San Pedro, a la antigua Casa de Hermandad ubicada en los bajos de una casa en la vecina Plaza de Aguayos muy especialmente en las tardes noches de precuaresma y Cuaresma. Él perteneció durante años a consecutivas juntas de Gobierno y participaba muy activamente de la vida de la hermandad, me llevaba de su mano y sin quererlo fue “engendrando” un pequeño cofrade que descubría un mundo ante sí apasionante: montaje de altares de cultos, pasos, Vía Crucis, besamanos y besapies…  Un niño entonces tímido y apocado que con el tiempo vio cumplido un sueño: ¡pregonar nuestra Semana Santa! Y creo que eso para mi padre, q.e.p.d., fue digamos el “culmen”, un “éxito” merecido como iniciador de una saga cofrade en el Silencio Blanco que alcanza ya la tercera generación.

6: ¿Qué ha cambiado de esa Semana Santa de hace 40-50 años a la actual?

Bueno, es una pregunta que daría para mucho… En toda época, en cada momento, hay cosas que merecen una valoración positiva y que a la vez que conviven con otras que no lo son tanto. Mira, pasamos de una Semana Santa “triste”, acomodada que caracteriza los años previos a mis primeros recuerdos – nací en 1971 -. Comienza esta década a vislumbrar nuevos aires e impulsos gracias a un cambio vital en el seno de la Agrupación de Cofradías con la llegada de Rafael Zafra León a la Presidencia de dicho órgano creo que en 1974. Había tanto por hacer y se comenzó a hacerlo… Fue un punto de inflexión fundamental. Se inició entonces un rumbo de progreso, bien entendido, que hoy a otro ritmo continúa. Hemos avanzado enormemente, pero queda aún mucho por hacer. Algo vivo como el hecho cofrade nunca se cierra. La Semana Santa de Córdoba hoy por hoy tiene cada vez menos que envidiar a otras vecinas a pesar de que nos lleven “siglos” de diferencia y que la manera de ser nuestra tenga poco o nada que ver con el sevillano o el malagueño de donde bebemos primordialmente.

Las cofradías hoy están abiertas al conjunto de la sociedad, se han democratizado, han evolucionado de manera brutal en el compromiso social, han dado su sitio a la mujer, los jóvenes cuentan, pero por otro lado se echa en falta quizás más hondura espiritual, más sobriedad en algunos aspectos, una formación que antes y ahora es fundamental y que, aunque algo se haga, sigue siendo muy deficiente en todos los estamentos cofrades desde arriba hasta abajo. Porque ojo – y no me canso de decirlo – que ser cofrade para mí no es ser un erudito de enciclopedia que sabe medidas de pasos, tipos de bordado, nombres de marchas de las Tres Caídas o el nombre del capataz de la Macarena… Ser cofrade es primero ser cristiano y a partir de ahí todo lo demás, sentimiento, pasión, emoción, deleite de los sentidos, placer para la vista, el oído, el olfato, espectáculo y folklore también, no hay que rasgarse las vestiduras…

7: Pregonero de la Semana Santa 2003, ¿Cómo evocas esa Cuaresma y ese pregón?

Fueron momentos muy especiales los que viví desde el mes de octubre del año anterior en el que me comunicaron mi elección como Pregonero de nuestra Semana Santa. Supuso una amalgama de sentimientos dispares tanto para mí como para mi familia, mis padres principalmente. Alegría, ilusión, sueño por cumplir junto al peso de la responsabilidad que ello suponía. Era un reto importante y la cuesta era empinada. 

Con la ayuda de Dios, y especialmente de Su Tercera Persona que sentí muy de cerca en determinados momentos, con el cariño y el apoyo de mi familia y de algunos buenos amigos y cofrades como Rafael Zafra, Manolo Muñoz q.e.p.d., Manolo Laguna, mi padrino… cumplí la misión que se me había encomendado.  Hubo muchos gestos de cariño y de aliento que me dieron fuerzas para llegar a la meta. Por ejemplo, el gesto tradicional de la Tertulia Cofrade “Juan de Mesa” al entregarme las pastas del Pregón, el cariño especial de mis hermanos de la Expiración, la hermandad de los Dolores que me permitió llevar en el bolsillo de mi chaqueta un rosario de la Señora son cosas que nunca olvidaré.

Y aunque no gustó a todo el mundo – ni lo pretendía – aún me siento tremendamente orgulloso de lo que escribí. Fue un verdadero regalo.

8: La Semana Santa de 2020 fue la más complicada y dura que recordamos debido a la pandemia.  ¿Qué supuso para ti presentarla?

Efectivamente, el “palo” fue tremendo… Nunca habíamos vivido nada parecido y todo era una especie de caos… Se palpaba en el ambiente – aunque no quisiéramos pensarlo – lo que podría llegar a producirse y que finalmente se produjo: la suspensión de las estaciones de penitencia por las calles de nuestros pueblos y ciudades. Ni siquiera los más viejos recordaban nada parecido ni cuando aconteció nuestra trágica Guerra Civil…

En mi caso, se trataba de mi primera Cuaresma y Semana Santa en Onda Mezquita TV, mi primera experiencia televisiva también con lo que para mí ya suponía un difícil reto y a ello habría que sumarse la incógnita de qué hacer. Y aquí he de agradecer la confianza y la implicación de su entonces directora, Transi Gómez, para que juntos, codo con codo, sacásemos adelante aquella Semana Santa especial. A pesar de la premura, del ambiente triste que se respiraba, lo hicimos; salimos adelante, estuvimos en directo todas las tardes sin cofradías en las calles, procuramos hacer programas con calidad, con contenidos interesantes, con mucho gusto, muy cuidados, buscando la “excelencia” que falta hacía en la información cofrade de esta ciudad. Hoy lo recuerdo con orgullo y un excelente sabor de boca.

9: Desde tu punto de vista, ¿Qué destacarías de la Semana Santa de Córdoba y qué cambiarías o mejorarías?

Córdoba cuenta con algo primordial: un privilegiado “escenario” por el que tienen lugar las estaciones de Penitencia, su casco Histórico, su Judería y su sin par Mezquita Catedral, única en el mundo. Mejor decorado imposible.

Que hay cosas que mejorar en su recorrido oficial dadas las especiales circunstancias que concurren en esa zona por su configuración urbana, por supuesto. Que se necesita una mayor fluidez en el paso peatonal en determinados puntos, claro que sí; que se limita en exceso la posibilidad de ver las cofradías en ese enclave para la gran mayoría de público, también. Que quizás antes de tomar definitivamente esa decisión habría que haber estudiado en mayor profundidad las cosas, entiendo que se podía haber hecho.

Asimismo, hay muchas cosas que mejorar, aunque no sean fáciles: desterrar de una vez los aplausos extemporáneos, el exceso de protagonismo que a veces roza el ridículo con tanto figurón, figurita y figurante en todos y cada uno de sus aspectos, ojo, en todos: desde capataces, hermanos mayores, cargos de medio pelo, pregoneros showman, “informadores” cofrades… Sobra gente alrededor de los pasos… mucha. Y siguen faltando servidores, trabajadores, “currantes y curritos” abnegados de 365 días al año. Falta formación, vuelvo a decirlo, faltan cristianos comprometidos y sigue faltando, por mucho que se pueda haber avanzado, mayor implicación de las instituciones y de las administraciones públicas con un hecho que no tiene parangón ni admite comparaciones con otros en la misma ciudad y que tanto aporta, también, en lo económico.

10: ¿Cómo ves el papel de la mujer en las Cofradías?

Veo que afortunadamente las mujeres ocupan el puesto que deben tener en mismas condiciones y plena igualdad que los hombres. Aquí, en mi modesta opinión, no se trata de “forzar” y de incluir -como ocurre en los partidos políticos- “cuotas”. Creo que sólo ha de tenerse en cuenta la capacidad, el espíritu de servicio, el compromiso, la formación y nada más. Con naturalidad, sin forzar, sin imponer ni por un lado ni por el otro. Las mujeres como en todos los órdenes de la sociedad tienen mucho y bueno que aportar.

11: ¿Qué te ha parecido el novedoso Cartel de la Semana Santa 2022?

Me pones en un compromiso porque tú tienes parte en él, eres mi amigo, un buen cofrade, un gran fotógrafo que aún está por romper y has ayudado a la obra final… Eso por delante. Soy sincero y reconozco que no es el cartel que me gusta, soy más conservador en este tema… Tres imágenes, un tríptico… no lo veo. Creo que en un cartel debe quedar muy definido, nítido, claro el motivo, uno, único; lo demás es distraer la atención.

12: ¿Ves viable los desfiles procesionales este año?

Quiero pensar que sí… Gracias a Dios parece que a pesar de estas “olas” y según dicen las voces de los científicos hay razones para la esperanza en cuanto a la disminución de la letalidad del virus, se ha avanzado en la vacunación que es clave, primordial… Habrá que ver qué medidas adicionales y con eficacia científica pueden implementarse específicamente para poder compaginar la celebración de nuestras estaciones de penitencia por las calles de nuestras ciudades con la prudencia aconsejada. Poniendo especialmente el foco de atención en los hombres bajo las trabajaderas.

13: Cofrade y hermano también del Gran Poder. ¿Qué te llevó a ser parte de esta gran Cofradía sevillana?

En primer lugar, la devoción que mi madre siempre recuerdo ha tenido hacia esta bendita imagen y que, de algún modo, sin ser consciente de ello, fue despertando asimismo en mi interior. Llegado un momento, cumplidos los 16 decido dar el paso y hacerme hermano de esta singular y especial cofradía sevillana. Después, cursando mis estudios universitarios en esta ciudad se afianza esa devoción y cercanía al Señor: mis visitas a la Basílica cualquier día de la semana, asisto al Miserere de los viernes hasta que decido vestir la túnica de ruán en la Madrugada. Y ahí ya se cierra del todo el círculo: una experiencia vivencial y espiritual única de encuentro personal con Él que, pese a los años y a no vestir esa túnica desde hace décadas, permanece intacta.


14: ¿Te gustaría ser en un futuro Hermano Mayor de tu Hermandad de la Misericordia?

Creo que pasados los 50, aunque sea por meses, hay retos, cuestiones que ya no entran en tus perspectivas de futuro. Para todo hay una edad y en mi caso digo con el corazón en la mano que no, rotundamente no. Sí te digo que es curioso que, habiendo pertenecido a dos juntas de Gobierno de la Agrupación de Cofradías con dos presidentes distintos, jamás he pertenecido a la Junta de mi hermandad. Sí mi padre durante varios mandatos y algunos de mis hermanos. En mi caso, se cumple el dicho: “Nadie es profeta en su tierra” … Y a estas alturas ya declino cualquier invitación al respecto.

15: ¿Y presidente de la Agrupación de Cofradías?

Te diría que casi igual que en el caso anterior. Llevo un tiempo fuera de la “oficialidad”, del día a día de las cofradías, de sus dimes y diretes… Disfruto como cofrade y he disfrutado como periodista cuando he abordado información y programación cofrade. Eso lo echo mucho de menos. Pero en este caso no te diría, a pesar de lo que acabo de explicar, que descarte por completo presidir el órgano de Gobierno de las cofradías cordobesas con sede en Isaac Peral.

16: Proyectos futuros

Alguna cosa para esta Cuaresma de la mano de la Fundación Cajasol que sigue apostando en calidad y cantidad por las cofradías y la Semana Santa de Córdoba… Y abierto, por supuesto, a quien quiera contar conmigo para abordar cualquier faceta de este mundo apasionante…

17: Un sueño

Uyyyy…en este caso, mis sueños son muy personales, muy íntimos…

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